Mi madre me trajo al mundo, dándome lo mas valioso – La Vida.
Acurrucándome entre su pecho y meciéndome en sus brazos sentí la primera caricia, la primera mirada dulce, el primer beso…Dándole yo a cambio mi primera sonrisa, mi primer llanto, mis primeros balbuceos, mis primeros pasos…
Pasado el tiempo, con gran mimo me cogió de la mano, me enseñó el camino que conducía a la cima, donde las águilas y demás criaturas campaban, en libertad, donde se oía el ronco sonido de un río que bajaba salvaje mente entre estrechas gargantas. Me habló de la inmensidad de los mares, de las estrellas, de sus constelaciones, de todas las maravillas que entraña la naturaleza – La Madre de la Vida. También me advirtió de los peligros que nos acechas a lo largo del camino.
Un día lejano me soltó de la mano, dejándome en libertad como las águilas que volaban bajo el dominio de los cielos. Ya es hora de que emprendas el vuelo, me dijo, y señalando una dirección me puso en el camino.
Con todo lo que me había enseñado y siguiendo sus consejos empecé a buscar mi destino. El primer tramo fue fácil, pues iba pisando sobre huellas conocidas, seguí caminado rumbo a lo desconocido. Un bullicio de gente caminaba muy deprisa en todas direcciones, grandes edificios proyectaban su sombra sobre calles estrechas, formando un laberinto difícil de encontrar la salida. Un estado de vértigo se apoderó de mi, un caos mental me confundía hasta sentir ignorancia absoluta de todas las cosas. Tenia que enfrentarme al mundo yo sola. Al final pude salir de aquel oscuro túnel y volví a ver la luz de nuevo, me fui relajando observando que solo era otra manera de vivir. Era cuestión de adaptarse y seguir caminando.
Desde allí no sentía el ronroneo del río, ni se podía contemplar el paisaje que quedó atrás, ni contemplar en la noche oscura el firmamento cuajado de estrellas.
La ciudad tenía otros encantos que pronto me fueron cautivando, sintiéndome parte de ellos. Y en este continuo caminar entre grandes avenidas, extensos parques, museos, catedrales… Encontré el amor.
Empezaba una nueva etapa en mi vida, por la que merecía la pena luchar. Todo a mi alrededor era mágico, era como un sueño maravilloso del que no quería despertar.
Cogidos de la mano paseábamos por el puerto, llegando al Espigón de Levante, donde nuestras miradas llenas de hechizo se perdían en el horizonte donde se confundía el cielo con el mar. El sol parecía formar prismas dorados sobre el agua, la espuma blanca de las olas golpeaba sobre el acantilado, apenas perceptible para nuestros sentidos. En aquellos instantes el mundo se detenía para nosotros.
A partir de ese día siempre caminamos juntos por sendas floridas, aspirando su aroma, bebiendo agua dulce del arroyo. A lo largo de la vida todo es temporal, nada es eterno.
A veces la vida te pone pruebas, trampas, que hace cambiar tu rumbo. Ante los contratiempos uno se aferra a las piedras si es necesario para sobrevivir.
Dando tumbos como vueltas de campana supimos adaptarnos, pasando primero por el caos y prisas de la gran ciudad con una atmósfera densa llena de polución. Para posteriormente pasar a la vida monótona de un pequeño pueblo, donde reinaba la calma, solo interrumpía tu sueño al amanecer el cotorrar de las cigüeñas, o el pregonero del pueblo anunciando algún mercadillo ambulante.
En este largo peregrinar, como una premonición surgieron aquellos peligros que me habían advertido.
Como el destino es tan misterioso e imprevisto nunca sabes la dirección en que te lleva. Y sin apenas darme cuenta le había dado la vuelta al mapa, encontrándome de nuevo en el punto de partida.
En este largo trayecto fui dejando en el camino, risas, llantos, rosas, espinos, huellas y amigos, pero en este largo recorrido nunca me sentí sola, al final triunfó el amos, pues en lo bueno y en lo malo siempre fue mi sombra refugio.
Al igual que los grandes deportistas, nunca tiraré la toalla aunque esté vieja y desgarrada. Tras estas vacaciones indefinidas seguiré caminando despacito hasta llegar al final de la meta y entonces se habrá cumplido mi destino.
Gracias a quien hizo este mundo inmenso,
con tantos caminos, con tantos senderos,
poniendo a su encuentro montes, valles,
ciudades y pueblos donde el caminante
busca el sustento, siempre corriendo
en lucha constante para seguir viviendo.
La autora de este relato es una jubilada del Hogar del Pensionista de este pueblo donde paso el verano, me gustó pues refleja la vida de la mayoría de las que dejamos el pueblo para buscar una vida mejor en la capital. Lo que Guillermina, así es como se llama, sintió al salir de aquí...lo hemos sentido todos pues el contraste es enorme, sobre todo en la época en la que salimos. Hoy no se ve tanta diferencia ( con averla) la televisión ha llegado a todos los rincones y es otra cosa.
La fotografía la saqué desde la terraza como veis esas pequeñas rocas son las primeras de los Picos de Europa, por eso dicen de, Cistierna, que es la puerta de los Picos de Europa.Feliz fin de semana para todas...MUCHOS BESOS.
13 comentarios:
Por un mal clic llegué aquí y me alegro mucho!
Así que te dejaré un regalito que va muy bien con el tema de tu post... y con tu blog romántico, por cierto.
http://www.youtube.com/watch?v=nG_e38MpHJU
Muchas gracias por tus amables palabras y tu cariño,
Con todo cariño!
P.D. La historia de esta canción cuenta que fue escrita para la madre del autor.
Que hermoso , tierno y real lo que has compartido.
fue ameno leerte... es la vida misma que fluye en esas palabras.
Cariños
Es un relato que conmueve y en el que autora cuenta y, al mismo tiempo, guarda su intimidad. Lo logra con acierto. Es muy bueno Conchita que tú le cedes tu espacio. Es seguro que esta pequeña cosa ella lo ha considerado como algo grande.
Un abrazo.
Hola Conchita, me ha gustado mucho leer el relato de Guillermina.
La foto dice mucho de lo bonito que tiene que ser pasar las vacaciones ahí.
El post teha quedado estupendo.
Besos.
que bonito ...todo me gusto pero al principio del texto que halas de tu mamá..eso es precioso que lo escriba una hija para una madre....me alegro que estes bien y yo voy mejorando en todos los sentidos.
gracias por tus palabras
besos Marina
me preguntas como me encuentro...mira mañana me visita el madico por la mañana...voy tirandillo por la vida.
besitos Conchita
Marina
querida Conchi...solo dejarte besos y darte la bien-venida...eres un sol.
Marina
Gracias preciosa!
Espero no defraudarte con lo que publicaré en próximos capítulos.
Un beso!
ES UN PLACER CONCHITA VENIR A VISITARTE Y ADEMAS SIENDO TOCAYA MIA ...AHORA YA VOY COJIENDO ANIMOS Y GANAS DE ESCRIBIR ...BUENOGRACIAS POR TUS PALABRAS A MIS COSAS ESCRITAS MIRA SOY ASI DE ROMANTICA
BESITOS
MARINA
EXCELENTE RELATO, DADO A CONOCER LOS HECHO RESCATA PARA SÍ- LA AUTORA- SU INTIMIDAD, Y LO REFLEJA CON EXQUISITEZ LITERARIA.
GRACIAS POR TAL.
LUEGO DE UNA AUSENCIA DEBIDO A LA ENFERMEDAD Y FALLECIMIENTO DE MI PADRE RETORNO A ESTE MUNDO, POR ENDE LE INVITO A PASAR POR MIS BLOGS Y RETIRAR LOS REGALOS DEJADOS EN ELLOS Y AL HOMENAJE A
GATA COQUETA
EN
WWW.COSECHADESENTIRES.BLOGSPOT.COM
AGRADECIDA POR SUS DECIRES LE DEJO MI CARIÑO Y MI PAZ MARYCARMEN
WWW.PANCONSUSURROS.BLOGSPOT.COM
ólo saber como estas en una fecha tan señalada yo lo pase ayer muy mal...deseo vayas estando mas tranquila que slo lo sabe eñ que lo pasa besos
Marina
Hermoso tu blog,pasé a releerlo,es un bálsamo para el espíritu.
Cierto es que si algo define la vida es precisamente que es incierta. Pero más cierto es aún, que una madre es el tesoro más querido y más necesario que tenemos en la vida.
Enhorabuena por seguir luchando y seguir viendo el lado bueno de las cosas. Gracias Guillermina, que te vaya bien!
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